domingo, 17 de febrero de 2008

Un lindo regalo.


¿Cuál es el color del cielo?, creí conocerlo hasta hoy. Les cuento, el amanecer me dio un regalo. Venía muy muy embuelto. En un papel realmente ordinario. Con un color ordinario, sin brillos, sin dedicación. No deceo desmerecerlo, pero nada me motivaba a abrirlo.

Luego el atardecer me dijo que me tomara mi tiempo, pero era necesario abrir el desmotivador regalo. Sin darme cuenta estaba dentro de una caja de sorpresas. Era la caja más hermosa que había visto jamás. Mil y una vez me regalaron cajas de sorpresas, pero ninguna era tan linda. Era muy pero muy pequeña, sin embargo me inundó que una felicidad enorme. Esa caja era paz, llena de amor, llena de ilusiones, tranquilidad. Extaciada me encontraba cuando decidí observar que contenía mi regalo. Quité los papeles y no pude encontrar nada más que un espejo adosado al fondo de la cajita. Y tenía un pequeño mensaje que decia:


El mejor regalo que me pudiste dar eres tu, quiero compartirlo contigo.


Luego respiré, miré al cielo y dije. Tus matices son eternos al igual que mi vida. Increiblemente quiero pensar que el cielo no tiene un color definido, algunos días gris y al otro me inundas de un azul intenso. Más tarde fui a la cama, pero nunca más pude despertar.

¿Quieres soñar conmigo?